// 17.11.2017 - 14.01.2018 / Sala SEMPERE

HOLY INTERIORS

Pepe Calvo


Holy interiors. PEPE CALVO

Las veintiuna fotografías que constituyen Holy Interiors. Fotocollages de Pepe Calvo fueron realizadas por el artista entre 2014 y 2017. Remiten a una serie de paisajes interiores -a habitaciones, estudios, salones, baños, cocinas, vestidores y a garajes, ¿fábricas o mataderos?, graneros, trasteros, rascacielos, lugares de archivo, sótanos…-, así como a landscapes -prados, montañas, árboles-. En todo caso, son paisajes inventados en los que nada parece lo que es, es decir, lugares que no existen en realidad pero que han sido apropiados, en un ejercicio de divertida e irónica cleptomanía no sujeta evidentemente a castigo legal, de fragmentos fotográficos que sí remiten a lo real. Nos encontramos, por tanto, ante una asociación de recortes de procedencia diversa que construyen imágenes híbridas que relacionan sus partes entre sí de una manera compleja, surreal e incluso laberíntica. No extrañe que sea complicado desentrañar las imágenes de Pepe Calvo, que interpretarlas suponga un laborioso ejercicio de deconstruir, uno tras otro -como si fueran las capas de una cebolla-, los elementos que componen dichas imágenes hasta llegar a una comprensión de las mismas que, eso sí, nunca es definitiva, pues deja detrás de sí -como en las películas de Alfred Hitchcock- la sensación de un cierto halo de misterio insondable, de crimen no resuelto satisfactoriamente, de esbozo de psicología tan profunda y ensortijada que nos perdemos en su interior.

Por otra parte, esas imágenes establecen una dialéctica entre lo que es real y lo que no lo parece, sin olvidar que una serie de ventanas transparentes dejan ver otros lugares y que múltiples espejos reflejan y reproducen aspectos de la realidad -los espacios mismos o los objetos que los pueblan-, quedando, de este modo, duplicada o triplicada. Traspasar con la mirada estas ventanas o estos espejos, introducirse o ir más allá de ellos, supone a la postre entrar en otro mundo que, sin embargo, parece estar inseparablemente conectado con su alter ego. Así, lo que es y lo Otro, los interiores y los exteriores, lo íntimo y lo compartido, la naturaleza y la arquitectura, lo alto y lo bajo y lo sagrado y lo profano, terminan conformando una unidad fundida en la que nada es lo que parece, en la que todo es, simultáneamente, posible o imposible. De eso trata, en suma, lo sagrado de Pepe Calvo, en hacer creíble lo que de por si es increíble.

Juan A. Roche Cárcel, Comisario de la exposición

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