"Chemins de fer, chemins de sable: les espagnols du transsaharien" nueva exposición del MUA

La autora Carmen Ródenas presenta fotografías del Transahariano, en memoria de un exilio olvidado

Carmen_Rodenas

 

Alicante, 15 de mayo de 2015

Las fotografías de Carmen Ródenas protagonizan la nueva exposición del MUA “Chemins de fer, chemins de sable: les espagnols du transsaharien”  que permanecerá abierta al público hasta el 8 de Junio, en la Sala El Cub. El conjunto de obras fotográficas de esta artista valenciana y profesora de la UA, sirve de memoria para un exilio olvidado, con el que rinde homenaje a los vencidos en la Guerra Civil española.

Este proyecto artístico está integrado por una veintena de fotografías en lienzo de gran formato que recorren diferentes perspectivas de las instalaciones lúgubres del tren Transahariano, en la frontera argelino-marroquí. Aunque son obras fotográficas recientes (entre 2006 y 2014), consiguen dar la impresión de dar un paso atrás, hacia el pasado. Como si estuvieran paralizadas en el tiempo, las imágenes nos llevan a paisajes inmensos y a las localizaciones de los campos de trabajo del Sahara, en Marruecos. Los juegos de luz y sombra, el arreglo de los colores – tanto cálidos como fríos – ofrecen un relieve que destaca toda la profundidad de las fotos. Las obras están acompañadas por una selección de ilustraciones de la novela gráfica “Los surcos del Azar" de Paco Roca y de extractos del “Diario de Gaskin”, escrito en los campos de trabajo por el piloto de caza republicano Antonio Gassó. Este conjunto de fotos y relatos nos sumerge en el ambiente de la época y transmite diversos sentimientos de los republicanos españoles en los campos de trabajo: el sufrimiento y la tristeza, el agotamiento y el alivio, la desesperación y la esperanza.

Para huir del régimen español, 2.700 republicanos embarcaron en el buque “Stanbrook” en el puerto de Alicante, en marzo de 1939, para ir a la ciudad argelina de Orán. Un año después Hitler invadió Francia. Las autoridades colaboracionistas francesas enviaron a sus colonias argelina y marroquí unos 2.000 refugiados españoles para que construyeran el transahariano, casi en régimen de esclavitud. Aquel proyecto ferroviario pretendía unir los territorios francófonos subsaharianos con las colonias del Mediterráneo y tenía entonces un alto interés estratégico para los franceses. La construcción nunca se finalizó.